Después de actividades extenuantes, es posible experimentar un dolor agudo o sordo en la parte baja de la espalda que afecta la movilidad. Este malestar puede ser tan intenso que impide caminar o ponerse de pie, a veces acompañado de espasmos musculares intensos.
El dolor se irradia hacia abajo por la pierna, la ingle, la nalga o la parte superior del muslo, pero es poco común que se extienda más allá de la rodilla. La palpación durante el examen físico en esta región específica a menudo desencadena sensaciones dolorosas.